Actores económicos: Los vendedores de la Vega Central

viernes, 26 de noviembre de 2010

Análisis de información


Luego de varias visitas a la Vega, logramos recaudar un total 13 entrevistas con grabación de audio que transcribimos en su totalidad en el blog, 9 de éstas fueron realizadas a vendedores, y 4 a compradores de la Vega central.
A continuación procederemos a identificar cómo se presentan los conceptos claves de nuestra hipótesis extraídos de la bibliografía revisada en nuestro marco teórico, en los antecedentes recopilados a lo largo de nuestra investigación (entrevistas,  notas de campo, observaciones).

El primer concepto a analizar es Solidaridad limitada del articulo de Joel Stillerman y Catherine Sundt “Embeddedness and Business strategies among Santiago, Chile’s street and fl ea market vendors. Este concepto explica como la solidaridad facilita el intercambio económico entre miembros de una red de forma que reduce los riesgos de participar en la actividad económica. Este fenómeno lo pudimos observar constantemente en las relaciones entre compañeros de trabajo y trabajadores en general (vendedores, cargadores, personal de aseo, guardias, vendedores ambulantes, etc.) de la Vega, esto lo pudimos constatar al observar los lazos cercanos y de confianza que se expresan en relaciones de largo tiempo, algunos hace más de cincuenta años, por lo que conocen su vida personal y privada, más allá de las fronteras de la Vega. Por ejemplo, en nuestra primera visita a la Vega, "Chiwa", un vendedor, nos dice "más que compañeros de trabajo, somos como una familia", al ser consultado sobre la relación que tiene con sus compañeros de trabajo. También se observa como a pesar de que muchas veces los puestos de los vendedores pueden ser rivales en cuanto a los productos que ofrecen, observamos siempre una buena disposición para prestar ayuda, expresada en cambios de dinero para entregar vueltos, en intercambio de utensilios y herramientas o vigilar el puesto del compañero cuando éste lo necesita. Otro fenómeno, muy extendido en las relaciones dentro de la Vega Central es la existencia de lazos familiares, esto lo  observamos en que muchos de los vendedores que entrevistamos llegaron a trabajar a la Vega por un contacto con un familiar, ya sea en la etapa adulta o desde pequeños, por ejemplo, es el caso del  vendedor entrevistado "Mario Rojas" al preguntarle Cómo llegó a trabajar a la Vega, nos responde "Es que este local era de mi papá y mi papá falleció y yo quedé aquí", algo parecido responde otro de nuestros entrevistados, Don Juan, "Llegué acá cuando era un niño que en ese tiempo mi mamá falleció cuando yo tenia 10 años y éramos 6 hermanos que tuvimos que emigrar a buscar trabajo, por que en el sur yo no tenia ni mamá ni papá" y Don Mario, "Bueno nosotros eramos agricultores y  repartíamos verduras con mi papá acá en la Vega, veníamos a venderle al por mayor a la gente".También nos percatamos que muchos vendedores trabajan junto a sus familiares o estos tienen puestos dentro de la Vega.

Otro concepto extraído de este articulo, es el de confianza exigible que explica como se fortalece la confianza entre los miembros de una comunidad ante la ausencia de un poder estatal o comunal que supervise el cumplimiento de los acuerdos. Este concepto no se aplica a la Vega ya que esta tiene una administración central que se encarga de regular el cumplimiento de los acuerdos económicos y el funcionamiento de la vega en general, de esto nos percatamos el primer día que asistimos a la Vega, ya que desde el comienzo se nos exigió un permiso especial para tomar fotografías y realizar entrevistas, esta administración también provee personal de limpieza y de seguridad, además de establecer horarios a los locatarios, también la Vega se encuentra regulada a nivel fiscal ya que en muchos locales, sobre todo los de abarrotes, se entrega boletas. Este concepto podría aplicarse a los vendedores ambulantes de la Vega y a otro tipo de ferias libres.

Del artículo del sociólogo norteamericano Mark Granovetter “Acción económica y estructura social: el problema de la incrustación” el concepto de Incrustación es crucial para nuestra investigación, éste se refiere a cómo las acciones económicas se encuentran incrustadas en un conjunto de relaciones sociales. Este concepto se muestra en la base de nuestra investigación, y en gran medida sustenta nuestra hipótesis en la que planteamos que los vendedores reducen la incertidumbre de la actividad económica con el establecimiento de relaciones sociales duraderas con los compradores. Esto lo constatamos a lo largo de toda la investigación, ya sea en los relatos, donde todos los entrevistados resaltaron la importancia que tiene para su estabilidad económica la relación con sus “caseritos”, éstas se demuestran también al observar la relación con el caserito que se profundiza con el pasar de los años creando uniones basadas en la confianza y en el conocimiento de historias personales. Así lo demuestra, por ejemplo, uno de los compradores entrevistados en la Vega:

¿Por qué esos caseros?
Porque los conocemos de tanto tiempo y hemos sido muy bien atendido por ellos, por eso uno regresa dos veces, tres veces y se convierte en un hábito, sabes que te venden bueno,rico y barato y se establece una relación, uno sabe que tienen 3 hijos, 2 hijos, y ellos saben que yo soy profesor, y se establece una relación más personal. De hecho uno de mis caseritos murió y ahora voy donde la hija, en el mismo negocio.
Lo mismo piensa una compradora entrevistada en la Vega:
¿Frecuenta un mismo lugar siempre?
Los caseros los siento como amigos o incluso familiares, conozco sus vidas personales su sus hijos y ellos a la mía, la otra vez me la querían comprar (se ríe). A veces como vieron me he metido incluso a vender.  A mi me encanta, me gusta venir.

Este no es el único tipo de relación social ya que como mencionamos, también se extiende a todos los trabajadores.

Otro concepto de este autor que utilizamos en nuestra investigación es el problema del arraigo, que se refiera a que en las transacciones económicas el único elemento que puede asegurar la confianza mutua es la pertenencia a un grupo social común. Esto lo pudimos observar en los discursos dados por los vendedores de la Vega, en los que nos percatamos de un fuerte sentido de pertenencia de los trabajadores hacia la Vega, que se expresa en la construcción de un “nosotros” que se encuentra cargado de elementos simbólicos que los caracterizan, como el humor, el buen trato hacia los clientes, la picardía, la disposición a ayudarse, entre otros, por ejemplo, la frase más utilizada por todos los vendedores y cargadores "Después de Dios, la Vega", haciendo alusión a la pertenencia que sienten por este lugar, de forma que se crea un grupo, que  a pesar de ser muy heterogéneo se identifican con elementos comunes, facilitando de esta forma la confianza mutua. Esto no lo pudimos observar en todas las entrevistas, pero sí en la mayoría.

Del artículo de Geertz sobre la economía de bazar "The Bazaar Economy: Information and Search in Peasant Marketing" utilizamos un concepto central en nuestra investigación, que es el de Clientelización, este concepto se conoce en la Vega con el nombre de “caserito” y es la tendencia repetitiva que tienen los compradores para adquirir determinados bienes y servicios, estableciéndose así relaciones continuas con proveedores particulares, en lugar de buscar ampliamente a través del mercado cada vez que necesiten algún producto. Clientelismo se refiere a una relación simétrica e igualitaria, y de oposición, es una cuestión de reciprocidad, donde, por ejemplo, el vendedor de frutas está vinculado a su cliente regular. Este concepto fue encontrado en todas las entrevistas realizadas a los vendedores, y en la mayoría de las entrevistas realizadas a los compradores. Podemos inferir a través de las observaciones y las entrevistas realizadas que este fenómeno es determinante para la reducción del riesgo y la incertidumbre que involucra participar de un intercambio económico, ya que permite un ingreso relativamente fijo de capital mensual para los vendedores. Así lo afirma don Mario Poblete, al preguntarle si tenían clientes frecuentes:
  
“Sí hartos, como cincuenta y creo que un poquito más, pero como cincuenta. Los clientes frecuentes a uno le entregan como una base de un capital destinados todos los meses hacia uno”.


Al igual que otro de nuestros entrevistados:

¿Tiene clientes frecuentes?
Si po' hartos. Son caseros que vienen fijo y que sirven harto, porque aunque uno tenga más caro que la competencia te compran igual.

Por otro lado, esta relación comprador-vendedor reduce la incertidumbre para los compradores, ya que se dirigen a un lugar fijo, y no deben recorrer la Vega completa en busca de un local en el que realizar sus compras, sino que se dirigen a un lugar fijo que varía de acuerdo al producto que quieran adquirir. Un ejemplo de esto es la respuesta del comprador en la entrevista 2 a la pregunta “¿Frecuenta algún lugar en particular?”
Sí claro, por años uno siempre se va conociendo con la gente y ya sabe donde ir y por una diferencia de cien pesos prefiero ir donde la misma persona, por que un día está más alto y después está más bajo, la otra semana vuelva a bajar, entonces es por una cosa de fidelidad en el fondo.

La realización de clientelización no es estática, sino que se transforma en el tiempo, profundizando y fortaleciendo los lazos, que con los  años puede convertirse en lazos de amistad e incluso, como observamos en más de una entrevista, estas relaciones pueden hasta continuar a través de las generaciones. En relación a este punto el vendedor de la entrevista 4 responde a la pregunta ¿Tiene clientes frecuentes? 

“Si po, si hacen treinta años imagínese, por generaciones. Tenemos una buena relación, de amigos, denante estábamos chacoteando ahí con unos clientes, tres clientes, es bueno excelente, si uno entra a ser amigo, ya no es el caserito no mas. De verdad yo conozco gente aquí que venían los papas de ellos y ahora vienen ellos, claro vienen con sus hijos y van creciendo y van cambiando las generaciones, pero es el mismo trato bueno. Es entretenido, es que la vega tiene un no se, tiene un misterio”.


Lo mismo sucede con los compradores, al preguntarles porqué frecuentan la Vega:

¿Por qué frecuenta la Vega?
Por la variedad y por los buenos precios, hay una enorme variedad que uno no encuentra ni en las ferias, y ya tengo mis caseros que me conocen, 14 años ya, además a mi esposa le gusta, le gustan los colores y el ambiente. También voy a la Vega porque lo hacían mis padres, es como una tradición.
Una compradora, al ser entrevistada sobre sus caseros nos responde:
¿Frecuenta un mismo lugar siempre?
Los caseros los siento como amigos o incluso familiares, conozco sus vidas personales su sus hijos y ellos a la mía, la otra vez me la querían comprar (se ríe). A veces como vieron me he metido incluso a vender.  A mi me encanta, me gusta venir.

Otras veces estas relaciones se mantienen en el plano económico pero de igual forma contribuyen a la reducción de riesgo e incertidumbre ya que para los vendedores sigue entregando un monto fijo mensual, y los compradores adquieren “una atención” o una “yapa” que se basa en la entrega adicional de un producto, sin un aumento del precio de la compra.

Otro concepto que utilizamos de este autor es el de Negociación, que se refiere al mecanismo mediante el cual se produce la transferencia económica, ésta puede ser manipulada por los vendedores, en cuanto a la cantidad y la calidad de los productos, además del precio. A través de la negociación los compradores buscan mejores ofertas para maximizar sus propios beneficios. Esto lo pudimos observar en la “yapa” y en el regateo, éste último se da con menor frecuencia en la Vega. Al preguntarle a una compradora  ¿Por qué esos caseros? nos responde "Bueno la relación que uno crea es súper importante   y como uno ya es cliente también te hacen precio, entonces es un conjunto de cosas"




Conclusión

Luego de la revisión bibliográfica, la recogida de datos y el posterior análisis de éstos, podemos concluir que como respuesta a nuestra pregunta de investigación sobre si las relaciones de confianza que se producen entre vendedor y comprador reducen la competencia entre los oferentes, nuestra hipótesis de investigación es asertiva como respuesta a ella, es decir, que en la medida  que se puede constatar la existencia de redes sociales, confianza exigible y solidaridad podrá observarse una disminución en la competencia entre los vendedores de la Vega Central. Por otro lado, también logramos comprobar que los conceptos  de “negociación” y el “clientelismo” contribuyen a reducir la incertidumbre de las acciones e intercambios económicos, cumpliendo nuestro objetivo de investigar la relación de confianza que se produce entre vendedor y comprador y cómo estas ayudan a reducir la competencia.

Hay puntos que no pudimos abordar como la relación entre vendedores y compradores no frecuentes, pero esto se escapaba de los límites de nuestra investigación, aunque serían un amplio terreno para posteriores investigaciones, ya que estas tienen características diferentes a las que se abordan en nuestro trabajo, pero suceden de manera más frecuente de la que creímos.




"Yo no voy con la competencia, trabajo fruta buena, tengo buena atención, tengo buen público la gente vuelve por que Yo soy una persona muy atrayente para tratar al público estonces a la gente le gusta eso. Tengo clientela hace muchos años y actualmente tengo la mejor clientela de la Vega, auque no lo crea,  por que mi local es bonito es bien surtido, También pasa que mis clientes se comunican con sus amistades y le dicen vamos a tal parte, dende Juan, porque todos ya me conocen el nombre y le dicen es una excelente persona, es un amigo y cosas así y así he logrado tener una buena clientela, entonces no tengo problemas con la competencia."
(vendedor Vega Central)

 



jueves, 25 de noviembre de 2010

BITACORA

Semana del 1 al 7 de Noviembre

Sábado 6 de Noviembre

Luego de realizar nuestro marco teórico y nuestra metodología de investigación, partimos a la Vega para observar, y entrevistar a los vendedores y compradores. El sábado, cerca de las 11 de la mañana comenzó nuestra primera etapa. Llegamos a la Vega y nos enfrentamos a un panorama totalmente distinto al de los días anteriores, habían muchas más personas y se escuchaban los famosos gritos de los vendedores por todas partes, el movimiento era mayor y todo sucedía muy rápido, nos habían advertido que los fin de semanas llegaba más gente, y lo estábamos comprobando en ese preciso instante. Luego de dar varias vueltas sin rumbo, sólo observando todo tratando de no perder detalles, nos dirigimos hacia un costado de la Vega, donde habían muchos vendedores, fue ahí donde conocimos al "Rancherito", que amablemente nos preguntó qué necesitábamos, le contamos sobre nuestro trabajo y accedió sin ningún problema a darnos la entrevista. El rancherito nos cuenta que lleva 3 meses trabajando en la Vega Central como vendedor, lugar al que llegó gracias a un amigo que trabaja en un puesto cercano. Luego de hablar con él, nos encontramos con “Lucho”, a él lo conocimos en nuestra primera visita a la Vega, pero al preguntarle si se acordaba de nosotras nos dimos cuenta que él ya había olvidado nuestro encuentro. Don Lucho que trabaja hace 35 años en la Vega Central, tiene una relación muy especial con sus colegas vendedores. Luego de estas entrevistas nos retiramos de la Vega.


Semana del  8 al 14 de Noviembre

Miércoles 10 de Noviembre
 
Continuando con nuestras visitas a la Vega Central para llevar a cabo nuestra investigación. Siempre llena de colores y de personas, la Vega se nos presenta como un lugar donde cada día se descubre algo nuevo.Todo comienza alrededor de las 3:30 de la mañana cuando llegan los camiones desde todas las regiones del país, cargados de frutas, verduras, legumbres, cereales y frutos secos. Cada dueño de local tiene sus vendedores y cargadores de confianza que cada mañana los abastecen de productos. Nosotras llegamos un día Miércoles cerca de las tres de la tarde, nuestra misión era observar a los vendedores y cómo éstos se relacionaban con sus clientes, cualquier expresión de cercanía nos alertaba a mirar con mayor detenimiento. Estuvimos aproximadamente dos  horas observando a “Don Luis” (no confundir con “Don Lucho”) como lo llamaremos, y su forma de vender y atraer a los clientes. Amablemente se dirigía a todos sus posibles compradores, anunciando los precios y ofreciendo “yapas” y recalcando siempre la buena calidad de sus frutas y verduras. Un kilo de tomates, 5 kilos de papas, eran los pedidos más frecuentes, que él atendía rápidamente, sin parar. Los fin de semanas son los mejores, nos decía cuando le preguntamos sobre sus ventas. A través de nuestra observación nos dimos cuenta que sí hay una relación especial que se daba con algunos clientes, las que más nos sorprendió fue la señora María, que no sólo lo saludó de beso en la mejilla y le preguntó por toda su familia, además se quedó un rato e incluso lo ayudó a vender, cuando nos acercamos a ella preguntándole si la podíamos entrevistar, accedió revelándonos que había conocido a este vendedor en la Vega, hace algunos años y que siempre que iba de compras, lo pasaba a saludar incondicionalmente. Cuando le preguntamos por qué frecuenta la Vega nos decía que principalmente son los precios los que la atraen “por ejemplo el kilo de tomates está costando dos mil pesos acá uno lo encuentra a mil trecientos” nos cuenta, además pone  énfasis en el ambiente veguino, caracterizándolo de “muy agradable, muy divertido, la gente se ríe todo el tiempo, yo pincho acá me dicen cosas lindas que no me dicen en ningún otro lado”.


Jueves 11 de Noviembre

Decidimos volver el Jueves, porque sentíamos que necesitábamos más entrevistas, hasta el momento todas las entrevistas nos ayudaban con nuestra hipótesis, pero también nos dimos cuenta que había muchas cosas que se nos escapaban. Cada vez que observábamos a los vendedores con sus compradores, se repetían dos constantes, primero, estaban los compradores frecuentes, los que se podían distinguir por su forma de tratar a los vendedores, por su tono familiar, etc. Y segundo, estaban los compradores que no establecían ninguna relación con el comprador, sólo algunas miradas y se iban, este tipo de compradores era más frecuente de lo que esperábamos, pero no podíamos desviarnos de nuestra investigación, por lo tanto, conocimos a “Don Luis” él es prevencionista de riesgo, vendedor y arrendatario de su lugar de trabajo en la Vega, donde trabaja con su padre y su hermano. Luis nos cuenta algo que es una experiencia nueva para nosotras, y es el hecho de que los productos que ofrece son traídos desde su propia “chacra” ubicada en Ovalle, por lo tanto, su trabajo incluye viajes constantes y ventas  por mayor. Luís nos cuenta que esta chacra pertenece a su familia desde hace muchos años y que sus primeros recuerdos son estando en  la Vega junto a su padre y el camión en el que transportaban la mercadería. Actualmente vende gran parte de sus productos a restoranes Árabes, que requieren que sus productos estén siempre frescos, su trabajo comienza desde muy temprano, alrededor de las cuatro de la mañana.

Semana del  15 al 21 de Noviembre

Jueves 18 de Noviembre

Para continuar con nuestra investigación, luego de lograr establecer con las entrevistas que ya teníamos, que probablemente sí se establecía una relación  fuerte entre vendedores y compradores de la Vega, ayudando esto a reducir la competencia y a crear un buen ambiente laboral, necesitábamos complementar esto y profundizarlo más, ya que se podía ver afectado por el sesgo de los compradores que difícilmente van a aceptar, si así lo fuera, que le temen a su competencia, o que están pendiente de ella. Pero nos era difícil lograr una entrevista más profunda, abarcando más temas y tratando de averiguar la relación que tienen con su competencia, ya que las entrevistas son realizadas en el lugar y en le horario de trabajo, lo que limita el tiempo de los entrevistados para responder a nuestras preguntas, por otro lado también nos encontramos con problemas en la continuidad ya que la mayoría del tiempo los vendedores debían  atender a sus clientes, proveedores o compañeros de trabajonos retiramos de la Vega. Por lo que decidimos que ésta vez no íbamos a entrevistar ni a conversar, nos acercamos a varios puestos y observamos, no intervenimos en nada y pudimos ver la Vega con todo su funcionamiento, primera vez que no intentamos entrevistar y solo observamos nuestro entorno. Fue muy útil, ya que nos percatamos de detalles que no habíamos visto antes.

Aproximándonos a nuestra investigación y observando los resultados de las entrevistas, podemos ver que nuestras hipótesis, a primera vista, se cumple, pero falta profundizar las entrevistas y realizar más observación a los vendedores, y a su relación entre ellos, para poder recién aventurarnos a dar algunos resultados.

Semana del  22 al 28 de Noviembre 

Martes 23 de Noviembre

Con el fin de recopilar toda la información necesaria para obtener ya los resultados, acudimos a la Vega en busca de las últimas entrevistas a vendedores y compradores. Llegamos alrededor de las cuatro de la tarde, un poco tímidas al principio, decidimos ir a sectores de la Vega a los que no habíamos ido antes, no nos fue muy bien, los vendedores no querían darnos entrevistas, “estoy ocupado”, “está mi jefe aquí”, “No tengo tiempo”, fueron las respuestas frecuentes. Nuestra mala racha terminó cuando un amable vendedor accedió a respondernos la entrevista, llevaba 30 años trabajando en la Vega, y al preguntarle sobre cómo fijaban los precios nos respondió que dependía de la temporada y el volumen, luego de no más de 10 minutos, terminó la entrevista. Después de esto entrevistamos a Luis y Mario, ambos llevan más de 30 años trabajando en la Vega y concuerdan en fijar los precios segun la temporada y dicen tener muchos compradores frecuentes gracias a su buena atención y calidad de los productos. Para realizar entrevistas a compradores, resultaba más difícil, porque ningún comprador contaba con tiempo, y se sentían incómodos respondiendo las entrevistas, aún así logramos entrevistar a 3 compradores frecuentes de la Vega y los 3 coincidieron en que iban a hacer sus compras por el precio, la calidad y la atención de su casero.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Entrevista a compradores

A continuación, se muestran transcritas dos entrevistas realizadas a compradores de la Vega central. ´

¿Hace cuanto tiempo que compra en la Vega?
Hace como un año.

¿Por qué prefiere comprar en la Vega?
Porque tengo mucho gasto en verdura y en fruta y en la Vega, no sé si es más barato en realidad pero te ofrecen mucho más y hay productos más frescos.

¿Frecuenta algún lugar en particular?
 Sí, generalmente le compro lo mismo a los mismos, pero también puedo ir a otros cuando me parece que tiene fruta o verdura más atractiva. Pero por lo general cuando no esta el caserito compro en el mismo puesto, igual me quedo en el puesto donde habitualmente me venden.

Entrevista 2

¿Hace cuánto tiempo que compras en la Vega?
Yo, vivo aquí en Bellavista hace más de 15 años que vengo para acá.

¿Porqué prefiere comprar en la Vega?
Por calidad, por precio, por variedad.

¿Frecuenta algún lugar en particular?
Si claro, por años uno siempre se va conociendo con la gente y ya sabe donde ir y por una diferencia de cien pesos prefiero ir donde la misma persona., por que un día está más alto y después está más bajo, la otra semana vuelve a bajar, entonces es por una cosa de fidelidad en el fondo. Un comentario, yo creo  que la gente que viene a la Vega ha cambiado, antes tu no veiai del ABC1 ¿Cachai? Ahora ellos contratan un carrito para que le lleven sus cosas, antes eso no se veía, antes de la crisis no se veía ese tipo de gente aquí, ahora es súper común  vienen mucha gente joven también, como matrimonio joven, parejas promedio 29 o 30 años que están empezando que viven en departamentos por acá, se ve harto, entonces hay más variedad de público y eso está bien, excelente.Otra cosa, los precios, acá pueden encontrar un pimentón  cien o doscientos pesos, en le supermercado a trecientos o cuatrocientos pesos ¿Cachai? Además es entretenido, el aroma y todo eso, es lo mejor.

Entrevista

Entrevista a vendedor de la Vega (Anónimo)

¿Hace cuánto tiempo trabaja en la Vega?
 Hace cinco años.

¿Cómo llegó a trabajar aquí?
Por remplazo a mi suegra y ahí me quedé a trabajar.

¿Tiene clientes frecuentes?
Si po' hartos. Son caseros que vienen fijo y que sirven harto, porque aunque uno tenga más caro que la competencia te compran igual.

¿Por qué cree que es estos clientes vuelven?
Por la simpatía, por la atención.

¿Cómo se lleva con sus compañeros de trabajo?
Bien todos se llevan bien.

¿Y con la competencia?
También, en general todos bien.

¿Cómo lidia con la competencia?
Es que trato de vender más barato, trato de comprar más barato, para vender más barato. Igual la atención es súper importante

¿Cómo fija los precios?
Más o menos sacando casi cien pesos por cosa es bueno.

Cuando la competencia baja los precios ¿Los baja también?
Sí, me bajo aunque gane un poco menos, siempre se gana algo, es muy difícil perder acá, o sea de vez en cuando igual perdí po' pero a lo lejos, porque por lo general casi siempre se gana.

Entrevista a Vendedor Mario Rojas

Entrevista a Mario Rojas, vendedor de la Vega Central

¿Cuánto tiempo lleva trabajando en la Vega?
Trabajando diariamente  como unos 35 años, pero vengo de chiquitito acá.

¿Cómo llegó a trabajar a la Vega?
Es que este local era de mi papá y mi papá falleció y yo quedé aquí. Igual yo quise cambiar de rubro, yo llegué por circunstancias ajenas a mi voluntad, tuve que quedarme. Yo egresé de la universidad en le año setenta y  tres, estudié mantención mecánica en la USACH que en ese tiempo era la UT y quedó la escoba no más en todo tipo de trabajos en esa época, en esos meses y yo egresé justo ahí po', salí a buscar pega, no encontré en ninguna parte y me viene para acá porque estaba desocupado el local y para ayudarle a mi papá y que sé yo. Aquí me entretenía, yo conozco esto de chico desde niño. Entonces me fui quedando, quedando y después usted yo creo que todavía no nacía, pero no había trabajo en ni una parte, estaba esa cuestión del POG que eran trabajos de la municipalidad  con unos sueldos miserables y aquí era bueno, los sueldos eran buenos aquí se ganaba plata a diario y harta. Ahora alcanza para mantenerse y derrepente si anda mal, entonces  no es tan bueno como antes y me quedé po, me quedé.

En ese momento llega un vendedor peruano que se sitúa a nuestro lado con una cuchara simulando un micrófono, a lo que nuestro entrevistado contestó “no po' si son puros chilenos no más” a lo que el otro vendedor responde “es para radio Perú”, entonces nuestro entrevistado continúa y dice “bueno… libertad de prensa, pero no me valla a poner un pepino por que se ve feo”.
 
¿Cómo se lleva usted con sus compañeros de trabajo?
Bien po', usted ve así.

¿Y con la competencia?
También, si no hay que hacerse problema con la competencia. El que se hace problema con la competencia ese no vende, se enoja, se irrita y no vende, no hay que hacerse problema, si el otro quiere vender que venda, yo no me hago problema, pero hay otros si envidiosos les gusta vender a ellos no más, pero yo no me hago problema a mí me da lo mismo.

¿Cómo enfrenta a la competencia?
Con la calidad no más, hay gente que busca calidad no importan que uno venda más caro, de hecho la mayoría de la gente que viene acá a la Vega  buscando calidad, productos buenos, de buena calidad, a veces no preguntan ni el precio, lo que les importa es la calidad, que les salga bueno y después vuelven.

¿Tiene clientes frecuentes?
 Si po', si hacen treinta años imagínese es por generaciones. Tenemos una buena relación, de amigos, denante estábamos chacoteando ahí con unos clientes, tres clientes, es bueno excelente, si uno entra a ser amigo, ya no es el caserito no más. De verdad yo conozco gente aquí que venían los papás de ellos y ahora vienen ellos, claro vienen con sus hijos y van creciendo y van cambiando las generaciones, pero es le mismo trato bueno. Es entretenido, es que la Vega tiene un no sé, tiene un misterio.

¿Cómo fija los precios de sus productos?
Depende de a cuento compre, a como compre yo pongo el precio. Si compro caro tengo que vender caro, si compro barato el mismo producto lo bajo un poquito. También bajo el precio de las cosas añejas, como por ejemplo estas lechugas que están ahora a cuatro por mil porque me quedaron del domingo, el precio real son cuatrocientos cada una o tres cincuenta y éstas están a dos cincuenta, por que como le digo me quedaron, están trasnochadas.

¿Conoce los precios de la competencia?
 No, no me preocupa eso a mi, lo que menos me preocupo es del frente ni de al lado, no que vendan ellos no más, si ellos se ponen a cien pesos y yo me pongo a doscientos me da lo mismo, teniendo el mismo producto la gente vuelve igual, si uno tiene que dejar que las cosas fluyan, porque si nos ponemos a discutir no, yo ya pasé por eso y se crea un mal ambiente, se crean malas vibras, mala onda  y no es bueno, no es bueno.    

Agradecemos a don Mario por contarnos su historia y responder nuestras preguntas tan amablemente.

martes, 23 de noviembre de 2010

Entrevista a comprador

Entrevista a un comprador frecuente de la Vega, que accedió amablemente a respondernos una serie de preguntas para nuestra investigación.

¿Hace cuánto tiempo que realiza sus compras en la Vega?
Buuuu por lo menos 14 años


¿Con qué frecuencia?
Yo diría que 1 vez al mes porque cuesta llegar acá.

¿Por qué frecuenta la Vega?
Por la variedad y por los buenos precios, hay una enorme variedad que uno no encuentra ni en las ferias, y ya tengo mis caseros que me conocen, 14 años ya, además a mi esposa le gusta, le gustan los colores y el ambiente. También voy a la Vega porque lo hacían mis padres, es como una tradición.

Ud me habló de  los caseros ¿influyen en sus visitas a la Vega?
Claro, porque uno tiene confianza en que lo que venden es bueno, de buena calidad y que no te hacen leso.

¿Cuántos caseros tiene?
El de las frutas, el de las papas, el de las verduras y uno que visito a veces que es el de los frutos secos, que venden manicitos (se ríe).

¿Por qué esos caseros?
Porque los conocemos de tanto tiempo y hemos sido muy bien atendido por ellos, por eso uno regresa dos veces, tres veces y se convierte en un hábito, sabes que te venden bueno, rico y barato y se establece una relación, uno sabe que tienen 3 hijos, 2 hijos, y ellos saben que yo soy profesor, y se establece una relación más personal. De hecho uno de mis caseritos murió y ahora voy donde la hija, en el mismo negocio.

Entrevista Mario Poblete

A continuación, se muestra transcrita la entrevista a Don Mario Poblete, vendedor de la Vega Central.

¿Cuánto tiempo lleva trabajando en la Vega?
 Desde el año 1975 yo me dediqué aquí no más.

¿Cómo llegó a trabajar a la Vega?
Bueno nosotros eramos agricultores y  repartíamos verduras con mi papá acá en la Vega, veníamos a venderle al por mayor a la gente. En ese tiempo usábamos carretones, yo tenía 8 años veníamos en carretones con dos caballos, tres caballos.

¿Cómo es la relación con sus compañeros de trabajo?
Bueno relativamente bien, bien o sea tenemos poco contacto, trabajamos un grupo de 7 o 8 personas y después otro grupo de allá, o sea no trabajamos un grupo grande, o sea somos hartos dentro de la Vega pero los grupos son más chicos, lo que conversamos somos 7 o a lo más 10 personas.

¿Tiene clientes frecuentes?
Sí hartos, como cincuenta y creo que un poquito más, pero como cincuenta. Los clientes frecuentes a uno le entregan como una base de un capital destinados todos los meses hacia uno.

¿Por qué cree que estos clientes vuelven a su local?
Por una buena atención y por la calidad del producto.

¿Como es la relación que tiene con estos clientes?
Buena, súper buena incluso hay gente que me invitan a sus casas otros a tomar once, cosas que no se pueden hacer aquí, que se hacen muy poco.

¿Conoce los precios de los otros locales?
No, yo nunca ando pendiente del precio o la calidad de otras personas, yo trato siempre de sobresalir y eso me da un buen prestigio dentro de los clientes míos, incluso tengo clientes que me llevan pa´ los vecinos. Aquí tenemos un paquetito (nos muestra el cilantro) a cien pesos allá le dan la mitad de estos por doscientos pesos o ciento cincuenta, además yo reparto limpio, las otras personas no hacen eso, son pocos los comerciantes que venden así.

¿Cómo fija los precios de sus productos?
Bueno, según la abundancia o la escasez del producto. Cuando hay abundancia se vende más barato y cuando hay escasez relativamente hay que subirlo.

Agradecemos a don Mario por habernos respondido nuestra entrevista.