Semana del 1 al 7 de Noviembre
Sábado 6 de Noviembre
Luego de realizar nuestro marco teórico y nuestra metodología de investigación, partimos a la Vega para observar, y entrevistar a los vendedores y compradores. El sábado, cerca de las 11 de la mañana comenzó nuestra primera etapa. Llegamos a la Vega y nos enfrentamos a un panorama totalmente distinto al de los días anteriores, habían muchas más personas y se escuchaban los famosos gritos de los vendedores por todas partes, el movimiento era mayor y todo sucedía muy rápido, nos habían advertido que los fin de semanas llegaba más gente, y lo estábamos comprobando en ese preciso instante. Luego de dar varias vueltas sin rumbo, sólo observando todo tratando de no perder detalles, nos dirigimos hacia un costado de la Vega , donde habían muchos vendedores, fue ahí donde conocimos al "Rancherito", que amablemente nos preguntó qué necesitábamos, le contamos sobre nuestro trabajo y accedió sin ningún problema a darnos la entrevista. El rancherito nos cuenta que lleva 3 meses trabajando en la Vega Central como vendedor, lugar al que llegó gracias a un amigo que trabaja en un puesto cercano. Luego de hablar con él, nos encontramos con “Lucho”, a él lo conocimos en nuestra primera visita a la Vega , pero al preguntarle si se acordaba de nosotras nos dimos cuenta que él ya había olvidado nuestro encuentro. Don Lucho que trabaja hace 35 años en la Vega Central , tiene una relación muy especial con sus colegas vendedores. Luego de estas entrevistas nos retiramos de la Vega.
Semana del 8 al 14 de Noviembre
Miércoles 10 de Noviembre
Continuando con nuestras visitas a la Vega Central para llevar a cabo nuestra investigación. Siempre llena de colores y de personas, la Vega se nos presenta como un lugar donde cada día se descubre algo nuevo.Todo comienza alrededor de las 3:30 de la mañana cuando llegan los camiones desde todas las regiones del país, cargados de frutas, verduras, legumbres, cereales y frutos secos. Cada dueño de local tiene sus vendedores y cargadores de confianza que cada mañana los abastecen de productos. Nosotras llegamos un día Miércoles cerca de las tres de la tarde, nuestra misión era observar a los vendedores y cómo éstos se relacionaban con sus clientes, cualquier expresión de cercanía nos alertaba a mirar con mayor detenimiento. Estuvimos aproximadamente dos horas observando a “Don Luis” (no confundir con “Don Lucho”) como lo llamaremos, y su forma de vender y atraer a los clientes. Amablemente se dirigía a todos sus posibles compradores, anunciando los precios y ofreciendo “yapas” y recalcando siempre la buena calidad de sus frutas y verduras. Un kilo de tomates, 5 kilos de papas, eran los pedidos más frecuentes, que él atendía rápidamente, sin parar. Los fin de semanas son los mejores, nos decía cuando le preguntamos sobre sus ventas. A través de nuestra observación nos dimos cuenta que sí hay una relación especial que se daba con algunos clientes, las que más nos sorprendió fue la señora María, que no sólo lo saludó de beso en la mejilla y le preguntó por toda su familia, además se quedó un rato e incluso lo ayudó a vender, cuando nos acercamos a ella preguntándole si la podíamos entrevistar, accedió revelándonos que había conocido a este vendedor en la Vega , hace algunos años y que siempre que iba de compras, lo pasaba a saludar incondicionalmente. Cuando le preguntamos por qué frecuenta la Vega nos decía que principalmente son los precios los que la atraen “por ejemplo el kilo de tomates está costando dos mil pesos acá uno lo encuentra a mil trecientos” nos cuenta, además pone énfasis en el ambiente veguino, caracterizándolo de “muy agradable, muy divertido, la gente se ríe todo el tiempo, yo pincho acá me dicen cosas lindas que no me dicen en ningún otro lado”.
Jueves 11 de Noviembre
Decidimos volver el Jueves, porque sentíamos que necesitábamos más entrevistas, hasta el momento todas las entrevistas nos ayudaban con nuestra hipótesis, pero también nos dimos cuenta que había muchas cosas que se nos escapaban. Cada vez que observábamos a los vendedores con sus compradores, se repetían dos constantes, primero, estaban los compradores frecuentes, los que se podían distinguir por su forma de tratar a los vendedores, por su tono familiar, etc. Y segundo, estaban los compradores que no establecían ninguna relación con el comprador, sólo algunas miradas y se iban, este tipo de compradores era más frecuente de lo que esperábamos, pero no podíamos desviarnos de nuestra investigación, por lo tanto, conocimos a “Don Luis” él es prevencionista de riesgo, vendedor y arrendatario de su lugar de trabajo en la Vega , donde trabaja con su padre y su hermano. Luis nos cuenta algo que es una experiencia nueva para nosotras, y es el hecho de que los productos que ofrece son traídos desde su propia “chacra” ubicada en Ovalle, por lo tanto, su trabajo incluye viajes constantes y ventas por mayor. Luís nos cuenta que esta chacra pertenece a su familia desde hace muchos años y que sus primeros recuerdos son estando en la Vega junto a su padre y el camión en el que transportaban la mercadería. Actualmente vende gran parte de sus productos a restoranes Árabes, que requieren que sus productos estén siempre frescos, su trabajo comienza desde muy temprano, alrededor de las cuatro de la mañana.
Semana del 15 al 21 de Noviembre
Jueves 18 de Noviembre
Para continuar con nuestra investigación, luego de lograr establecer con las entrevistas que ya teníamos, que probablemente sí se establecía una relación fuerte entre vendedores y compradores de la Vega , ayudando esto a reducir la competencia y a crear un buen ambiente laboral, necesitábamos complementar esto y profundizarlo más, ya que se podía ver afectado por el sesgo de los compradores que difícilmente van a aceptar, si así lo fuera, que le temen a su competencia, o que están pendiente de ella. Pero nos era difícil lograr una entrevista más profunda, abarcando más temas y tratando de averiguar la relación que tienen con su competencia, ya que las entrevistas son realizadas en el lugar y en le horario de trabajo, lo que limita el tiempo de los entrevistados para responder a nuestras preguntas, por otro lado también nos encontramos con problemas en la continuidad ya que la mayoría del tiempo los vendedores debían atender a sus clientes, proveedores o compañeros de trabajonos retiramos de la Vega. Por lo que decidimos que ésta vez no íbamos a entrevistar ni a conversar, nos acercamos a varios puestos y observamos, no intervenimos en nada y pudimos ver la Vega con todo su funcionamiento, primera vez que no intentamos entrevistar y solo observamos nuestro entorno. Fue muy útil, ya que nos percatamos de detalles que no habíamos visto antes.
Aproximándonos a nuestra investigación y observando los resultados de las entrevistas, podemos ver que nuestras hipótesis, a primera vista, se cumple, pero falta profundizar las entrevistas y realizar más observación a los vendedores, y a su relación entre ellos, para poder recién aventurarnos a dar algunos resultados.
Semana del 22 al 28 de Noviembre
Martes 23 de Noviembre
Con el fin de recopilar toda la información necesaria para obtener ya los resultados, acudimos a la Vega en busca de las últimas entrevistas a vendedores y compradores. Llegamos alrededor de las cuatro de la tarde, un poco tímidas al principio, decidimos ir a sectores de la Vega a los que no habíamos ido antes, no nos fue muy bien, los vendedores no querían darnos entrevistas, “estoy ocupado”, “está mi jefe aquí”, “No tengo tiempo”, fueron las respuestas frecuentes. Nuestra mala racha terminó cuando un amable vendedor accedió a respondernos la entrevista, llevaba 30 años trabajando en la Vega , y al preguntarle sobre cómo fijaban los precios nos respondió que dependía de la temporada y el volumen, luego de no más de 10 minutos, terminó la entrevista. Después de esto entrevistamos a Luis y Mario, ambos llevan más de 30 años trabajando en la Vega y concuerdan en fijar los precios segun la temporada y dicen tener muchos compradores frecuentes gracias a su buena atención y calidad de los productos. Para realizar entrevistas a compradores, resultaba más difícil, porque ningún comprador contaba con tiempo, y se sentían incómodos respondiendo las entrevistas, aún así logramos entrevistar a 3 compradores frecuentes de la Vega y los 3 coincidieron en que iban a hacer sus compras por el precio, la calidad y la atención de su casero.
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